Qcomeshoy: XXII Concurso Semanal

Hola de nuevo a todos, después de unos días de ausencia (justificada aunque no por ello menos ausencia) tenía ya muchas ganas de volver a la carga con mi tarea 2.0, la verdad es que yo llevo mucho tiempo leyendo blogs y a muchos de vosotros os he oído decir que esto de escribir engancha, pero no se sabe realmente hasta que no tienes uno propio y te pasa como a mí me está pasando, que no tienes tiempo de nada, y llegas el final del día exhausta, pero llegas, que ya es algo y te acuestas con el regomello de que te falta aún algo por hacer... En fin, que voy a intentar organizarme de modo que no tenga esto tan abandonado como en los últimos días, ¡¡a ver si lo consigo!!

Hoy os propongo un ingrediente para el concurso semanal que seguro que a la mayoría le gusta, lo consume, pero no sé yo cómo lo preparareis, o...¿no lo preparáis y os lo coméis tal cual? esta semana reconozco que es difícil, pero seguro que hay una receta por ahí que merece ser compartida. Se trata de la SANDÍA, una de las fruta protagonistas del verano y, que como dato curioso, tiene el honor de ser una de las que mayor tamaño posee en el "reino frutícola". Hay variedades de sandías que pueden llegar a pesar hasta 20kg (más que mi hijo, madre mía...) aunque es cierto, que estas no son precisamente las que vemos en los mercados; esas son bastante más inferiores , sino, imaginaros, tendríamos que ser familia numerosa en todas las casas para poder tomarnos una sandía sin que se nos pusiera mala.

La sandía está constituida principalmente por agua, de ahí su bajísimo aporte calórico (20kcal/100g), también aporta hidratos de carbono y muy pocas vitaminas y minerales, tanto es así, que está indicado en personas con insuficiencia renal por presentar muy bajos niveles de potasio.

La otra característica importante de las sandías es su aporte de licopeno, que es el responsable del color rojo-rosado de su pulpa. Este le confiere propiedades antioxidantes, como ya hemos comentado anteriormente.

Para elegir una buena sandía mi padre me enseño un truco, porque claro, una sandía cerrada es una caja de sorpresas. Así que él siempre me decía que el quid de la cuestión era darle golpecitos con los nudillos de los dedos y que sonara hueca. Pruébalo, si es así, ¡has hecho una buena elección! (aunque el libro de los gustos está en blanco, y habrá a quien le guste la fruta mucho más madura o mucho más verde...y entonces este truco no sirva)

LA SANDÍA, UNA BUENA OPCIÓN PARA TODOS:

Es ideal para los niños, puesto que es una fruta fácil de comer y que requiere poca preparación, pueden comerla incluso a bocados si son pequeños y aún no saben utilizar los cubiertos.
Es muy hidratante así que calma la sed que nos asfixia en verano.
Por tener tan elevado aporte de agua es perfecta para niños y ancianos que son más susceptibles de deshidratarse ya que no detectan tan rápido la sensación de sed.
Perfecto para personas a dieta porque aporta pocas kilocalorías
Aliado de aquellas personas con retención de líquidos, por su alto poder diurético.